Que nos entierren juntitos, uno al la'ito del otro
Para que miren to'itos que nos quisimos sabroso
Que hagan un epitafio sin detalles ostentosos
De tu nombre, amada mía
Enredado con el mío en nuestro último reposo

Que nos entierren juntitos, uno al la'ito del otro
Para que miren to'itos que nos quisimos sabroso
Que hagan un epitafio sin detalles ostentosos
De tu nombre, amada mía
Enredado con el mío en nuestro último reposo

Que nos arrullen las dulces notas del arpa
Y las canciones de mi llano primoroso
Que hagan un altar de piedra y en una cruz de madera
Que nos cuelguen una foto de los dos abraza'itos con dos corazones rotos
Por la flecha de Cupido y el gran amor de nosotros
Aquella vez que anduvimos navegando en Orinoco

La Isla de Margarita la recorrimos to'ita
Una semana de agosto entre amigos y parrandas, galerones y joropos
La Virgencita del Valle, de la que somos devotos
Nos arropó con su manto y el candor que había en su rostro

Que nos entierren juntitos en una misma guarida
Y que los paisanos vengan a darnos la despedida
Sabrá Dios quién de los dos se adelanta en la partida
En el rincón más humilde de un cementerio cualquiera
Pero en la tierra querida

Que nos entierren juntitos en una misma guarida
Y que los paisanos vengan a darnos la despedida
Sabrá Dios quién de los dos se adelanta en la partida
En el rincón más humilde de un cementerio cualquiera
Pero en la tierra querida

Y que nos traigan los pajaritos del monte en su piquito florecitas campesinas
Que venga de la pradera la suave brisa viajera
Con su carga matutina de colores y fragancias de misivas cantarinas
Que nuestro Padre adorado, el que todo lo ilumina
Nos cubra desde lo alto con su bendición divina

¡Qué bonita conclusión!
Yo que fui tan querendón y tú tan comprometida
Mi clavel, mi rosa blanca, mi muñeca consentida
Que todo el mundo lo sepa que fuiste mi preferida
La cosa más importante que me sucedió en la vida