Lucerito, lucerito, lucero de la mañana Tú qué sabes cuánto sufro dale un consuelo a mi alma Para mí no hay alegría, para mí no hay luna clara Para mí solo hay momentos que me hacen perder la calma Serán bajadas, serán subías O serán las cuentas de ahorro de la hipocresía Serán testigos, serán espías O serán los tantos tropiezos de la vida mía Caminito, caminito, camino que vas al río Dile a mi amor que regrese que estoy muriendo de frío La vi una tarde en el campo debajo un árbol sombrío Desde ese día, caminito, sufro por el bien que ansió Serán bajadas, serán subías O serán las cuentas de ahorro de la hipocresía Serán testigos, serán espías O serán las cuentas de ahorro de la hipocresía Sabanita, sabanita, sabana de Pariaguán Anoche vi las estrellas cerquita del paso real Si ves pasar al carrao, dímele al alcaraván Que prepare su conjunto que hay fiesta en el morichal Serán bajadas, serán subías O serán los tantos tropiezos de la vida mía Serán testigos, serán espías O será el colmillo de plata de Santa Lucia Cariñito, cariñito, cariño lindo y bonito Voy a morir de dolor si no me das un besito A cambio, negra, te ofrezco darte de todo un poquito Complacerte es mi deber, lograrlo es mi compromiso Serán galaxias o pajaritos Tal vez la sombra de algún capricho Será un suspiro tal vez un grito O serán tus ojos, mi nena, dos luceritos

Una noche me quede Contemplando el panorama Y a lo lejos divise un lucero que lloraba Un lucero que lloraba Por su amor a una estrellita Que se ha escapado del cielo Y en la tierra se he escondido Lucerito, por que has perdido Tus raros encantos, en la tierra Allá muy lejos se escucha tu llanto Lucerito, por que has perdido Tus raros encantos, en la tierra Allá muy lejos se escucha tu llanto Después yo me transforme En la paloma mensajera Alto muy alto volé Confundiéndome en la niebla Cuando volvaba muy alto La tierra me parecía Una nube gigantesca con mil velas Encendidas Lucerito, por que has perdido Tus raros encantos, en la tierra Allá muy lejos se escucha tu llanto Lucerito, por que has perdido Tus raros encantos, en la tierra Allá muy lejos se escucha tu llanto.

Raza del guayakí, la selva no te ha olvidado Tu alma guaraní perdura en el suelo amado Y desde el verdor del monte natal La brisa sutil del tiempo estival Nos vuelve a traer tu voz secular Es la misma que ayer echaba a volar al viento Cuitas de un querer con hondo y nativo acento Es la voz racial que no morirá Mientras el crisol de algún mbaraka Su pena o su amor convierta en cantar Alma guaraní, quietud de los naranjales Alma guaraní, lamento de los yerbales Vibra tu tradición En la luz y en la flor Lo mismo que el manantial Sin ningún rumor aflorando vas Y en riego de amor bendiciendo estás Alma guaraní, la heredad natal Alma guaraní, quietud de los naranjales Alma guaraní, lamento de los yerbales Vibra tu tradición En la luz y en la flor Lo mismo que el manantial Sin ningún rumor aflorando vas Y en riego de amor bendiciendo estás Alma guaraní, la heredad natal

Tras el pálido umbral, la casa vieja Se ha quedado, al final, callada y quieta Ni llamando a su aldaba habrá respuesta Nadie queda que venga a abrir la puerta Aunque ya nunca más regrese a ella Ella siempre será mi casa vieja Quién me puede quitar esta certeza Fue mi único hogar, la casa vieja La recuerdo amorosamente nuestra Campanario del alma que no cesa A la luz de sus lámparas eternas Mi canción cantará a la casa vieja Todo el cielo cabía adentro de ella Tanto aroma de pan, tanta pureza Quién me puede quitar esta certeza Era igual a mamá La casa vieja

Nerendápe ayú yevi De nuevo a implorar tu amor Sólo hay tristeza y dolor Al hallarme mombiri La culta manté arekó De todo lo que he sufrido Por eso es que ahora he venido Jha kangui eté aikó Ani ke nde resarai Que un día a este cantor Le has dicho llena de amor Nderejhein nda vi'si Che ndaikua ai anghaité Si existe en tu pensamiento Aquel puro sentimiento Re rekóva che rejhé Ani nde pochi Angha che ndivé Desengaño ité Manté arekó Che äkä tavi Angha oidualá Nde rejhe kuñá Che upeicha ailó