¡Újuh!
¡Guau, guau!
Eso sí
Sígale, que sígale, que sígale

Alcé la tapa de un viejo baúl
Gotas de lágrimas allí dejé
Cerré mi mano y en ella empuñé
Un papel blanco manchado de azul

Aquellas manchas que allí yo encontré
Tenían nostalgia y un poco de amor
Por eso, mi alma lloró con dolor
Cuando aquel blanco me puse a leer

Allí, decía el ruido de una quebrada
Que cruje en la montaña
Lejos de la sabana
Cerca del pueblo mío
Me suplica que vaya
A ver el viejo bohío
Cerca de su cascada

Hablaba de la selva, del viejo bohío
Del camino sombrío, donde se encuentra Imelda
Hablaba de la selva, del viejo bohío
Del camino sombrío, donde se encuentra Imelda

¡Ay!
Oye, Imelda, ¿dónde estás?
Bien, bien, bien, bien

Hoy no se escucha crujir la quebrada
Ni me suplica que vuelva a tu lado
Aquel bohío de luto ha quedado
Sola y remota, de una que fue amada

Por eso, debo hacer del blanco azul
Mil pedacitos hasta destrozar
Todo lo falso que pude guardar
Allí en el fondo del viejo baúl

Allí, decía el ruido de una quebrada
Que cruje en la montaña
Lejos de la sabana
Cerca del pueblo mío
Me suplica que vaya
A ver el viejo bohío
Cerca de su cascada ¡Y!

Hablaba de la selva, del viejo bohío
Del camino sombrío, donde se encuentra Imelda
Hablaba de la selva, del viejo bohío
Del camino sombrío, donde se encuentra Imelda

¡Rico! ¡Ja, ja, ja, ja, ja!
¡Eso sí!