Estoy cansado de buscar Y muy poco encontrar Se pasa el tiempo y no sé El camino que tomaré Pero aquí estoy parado Bien sobre mis pies Pero aquí estoy muy firme Sigo siendo fiel Me das el pan y el agua Para continuar Voy con tu amor Mi vida y tu libertad No encuentro el norte para ver Miro un desierto sin crecer Mi cuerpo grita por andar Muchos caminos sin final Pero aquí estoy parado Bien sobre mis pies Pero aquí estoy muy firme Sigo siendo fiel Me das el pan y el agua Para continuar Voy con tu amor Mi vida y tu libertad Pero aquí estoy parado Bien sobre mis pies Pero aquí estoy muy firme Sigo siendo fiel Me das el pan y el agua Para continuar Voy con tu amor Mi vida y tu libertad Pero aquí estoy parado Bien sobre mis pies Pero aquí estoy muy firme Sigo siendo fiel Me das el pan y el agua Para continuar Voy con tu amor Mi vida y tu libertad Pero aquí estoy parado Bien sobre mis pies Pero aquí estoy muy firme Sigo siendo fiel Me das el pan y el agua Para continuar Voy con tu amor Mi vida y tu libertad

Por la blanda arena que lame el mar Su pequeña huella no vuelve más Un sendero solo de pena y silencio llegó Hasta el agua profunda Un sendero solo de penas mudas llegó Hasta la espuma Sabe Dios qué angustia te acompañó Qué dolores viejos calló tu voz Para recostarte arrullada en el canto De las caracolas marinas La canción que canta en el fondo oscuro del mar La caracola Te vas Alfonsina con tu soledad ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal Te requiebra el alma y la está llevando Y te vas hacia allá como en sueños Dormida, Alfonsina, vestida de mar Cinco sirenitas te llevarán Por caminos de algas y de coral Y fosforescentes caballos marinos harán Una ronda a tu lado Y los habitantes del agua van a jugar Pronto a tu lado Bájame la lámpara un poco más Déjame que duerma nodriza, en paz Y si llama él no le digas que estoy Dile que Alfonsina no vuelve Y si llama él no le digas nunca que estoy Di que me he ido Te vas Alfonsina con tu soledad ¿Qué poemas nuevos fuiste a buscar? Una voz antigua de viento y de sal Te requiebra el alma y la está llevando Y te vas hacia allá como en sueños Dormida, Alfonsina, vestida de mar